Es una fiesta de excesos donde un brindis con la sangre de un toro recién despostado da rienda suelta a un derroche de emociones, licor, comidas y bailes durante 42 días.
La celebración llamada fiesta de los toros arrastra una tradición de 150 años, entre el 24 de octubre y 4 de dicienbre, en homor al Señor de Giron, en el cantón azuayo de Girón.
La tradición donde los toros es el protagonista se extiende en el país bajo diversas costumbre como el rodeo montubio, corridas o los toros populares en la fiesta del Yamor en Otavalo.
Ritos y simbolismos caracterizan a la del Azuay. El primer día de fiesta, el toro "más bravo" es perseguido por un grupo de hombre cuya misión es matarlo.
El primer borbotón de sangre extraído de la yugular es para los priostes, a quienes además rodean el cuello con la medula espinal, al hombre, y el cuero del animal, a la mujer.
Luego, al ritmo de disfrazados y danzantes, bailan y brindan con Guanchaca (licor de caña).
La
fiesta es financiada por los migrantes en la que se invierten miles de
dólares y otros miles se entregan al parroco de la iglesia para obras
benéficas.